martes, 25 de agosto de 2009

CAPERUCITA ROJA. (MARCO DE CONCLUCION).

Erase una vez una pequeña muy dulce, a la que todo el mundo quería, con sólo verla una vez; pero quien más la quería era su abuela, que ya no sabía ni qué regalarle. En cierta ocasión le regaló una caperuza de terciopelo rojo, y como le sentaba tan bien y la niña no quería ponerse otra cosa, todos la llamaron de ahí en adelante Caperucita Roja

Un buen día la madre le dijo:

- Mira Caperucita Roja, aquí tienes un trozo de torta y una botella de vino para llevar a la abuela, pues está enferma y débil, y esto la reanimará. Arréglate antes de que empiece el calor, y cuando te marches, anda con cuidado y no te apartes del camino: no vaya a ser que te caigas, se rompa la botella y la abuela se quede sin nada. Y cuando llegues a su casa, no te olvides de darle los buenos días, y no te pongas a hurguetear por cada rincón.

- Lo haré todo muy bien, seguro - asintió Caperucita Roja, besando a su madre.
La abuela vivía lejos, en el bosque, a media hora de la aldea.

Cuando Caperucita Roja llegó al bosque, salió a su encuentro el lobo, pero la niña no sabía qué clase de fiera maligna era y no se asustó.
- ¡Buenos días, Caperucita Roja! - la saludó el lobo.
- ¡Buenos días, lobo!
- ¿A dónde vas tan temprano, Caperucita Roja? -dijo el lobo.
- A ver a la abuela.

- ¿Qué llevas en tu canastillo?
- Torta y vino; ayer estuvimos haciendo pasteles en el horno; la abuela está enferma y débil y necesita algo bueno para fortalecerse.
- Dime, Caperucita Roja, ¿dónde vive tu abuela?
- Hay que caminar todavía un buen cuarto de hora por el bosque; su casa se encuentra bajo las tres grandes encinas; están también los avellanos; pero eso, ya lo sabrás -dijo Caperucita Roja.

El lobo pensó:"Esta joven y delicada cosita será un suculento bocado, y mucho más apetitoso que la vieja. Has de comportarte con astucia si quieres atrapar y tragar a las dos". Entonces acompañó un rato a la niña y luego le dijo:

- Caperucita Roja, mira esas hermosas flores que te rodean; sí, pues, ¿por qué no miras a tu alrededor?; me parece que no estás escuchando el melodioso canto de los pajarillos, ¿no es verdad? Andas ensimismada como si fueras a la escuela, ¡y es tan divertido corretear por el bosque!

Caperucita Roja abrió mucho los ojos, y al ver cómo los rayos del sol danzaban, por aquí y por allá, a través de los árboles, y cuántas preciosas flores había, pensó: "Si llevo a la abuela un ramo de flores frescas se alegrará; y como es tan temprano llegaré a tiempo". Y apartándose del camino se adentró en el bosque en busca de flores. Y en cuanto había cortado una, pensaba que más allá habría otra más bonita y, buscándola, se internaba cada vez más en el bosque. Pero el lobo se marchó directamente a casa de la abuela y golpeó a la puerta.

-¿Quién es?-
-soy el lobo vieja fastidiosa, ábreme la puerta o te atendrás a las consecuencias-

La pobre abuelita desesperada no sabia que hacer, si esconderse o gritar muy fuerte para que el cazador que vivía cerca de su casa la escuchara y así poderla salvar. El lobo viendo que se demoraba para abrir le dijo de nuevo:

-¿me vas a abrir o no? Tranquila que no te va a pasar nada, ¡a no ser de que no lo hagas!-
-no, no lo hare, además no confió en ti-, exclamo la abuelita muy asustada.

-bien tu te lo buscaste- , le respondió el lobo.

En ese mismo momento el lobo empezó a empujar la puerta bruscamente, con mucha fuerza hasta que la tumbo. Cuando eso paso la abuelita de caperucita roja grito muy muy fuerte, en su rostro solo se reflejaba terror y pánico, ¡claro!, pues viendo ese rostro tan horrible del lobo y además la forma en como la miraba para devorársela, y eso paso, inmediatamente se la trago sin ni siquiera masticarla.

Un momento después, mientras se reposaba escucho la hermosa vos de caperucita cantando que se acercaba más y más, y pensaba:

-seria delicioso comerme a caperucita, seria el postre más especial, pero… no podría, ¡oh no!, que me pasa, siento algo muy extraño por caperucita-.

Caperucita vio que la puerta estaba abierta y cuando entro el lobo estaba allí esperándola y ella le pregunto:
-¿que haces aquí lobo?-
Y el lobo le respondió:
-umm…- , sin saber que inventar.
-Vine a esperarte, tu abuelita se fue para tu casa, dijo que iba a visitar a tu madre y a ti porque ya se sentía mejor-
Después caperucita le dijo:
-¡ah si! Y tu no le dijiste que yo estaba en camino, así me hubiera esperado-
-pues si, obvio, yo se lo dije y te dejo dicho que si querías te podías quedar con migo todo el día hasta que ella llegara-, le respondió el lobo muy alegre porque con esto podría hacer que se quedara con el.

El lobo en lo profundo de su mente y de su corazón se había enamorado de la hermosa caperucita y quería robársela para quedarse con ella todo el tiempo que fuera posible y profundamente pensaba:
- si le tengo que decir a caperucita todas las mentiras del mundo se las digo, pero que se queda con migo se queda-.

Caperucita se lo creyó todo y además como era tan inocente le creía siempre todo lo que le decía así que el lobo se salió con la suya y vivieron mucho tiempo juntos, hablaron, se divirtieron y hasta ambos se enamoraron, simplemente vivían muy felices, pero claro que esa felicidad no les duraría para siempre, o por lo menos hasta que caperucita roja se diera cuenta de su engaño…

Continuara…







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